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¿Llevas tiempo pensando en quitarte ese tatuaje con el que ya no te identificas? Puede que marcara una etapa importante de tu vida, pero las personas evolucionan y ya no tiene por qué representarte. Incluso puede que te esté dificultando encontrar trabajo si lo llevas en un sitio demasiado visible. Hay infinidad de circunstancias que pueden hacerte replantearte la conveniencia de ese diseño, el cual ya no tiene que ser para siempre, pero no te tienes que preocupar, ya que hoy en día, los tatuajes eliminados con láser desaparecen sin dejar huella alguna y la técnica es totalmente segura.

Factores que condicionan el borrado

Lo primero que has de saber es que ningún tatuaje, por muy pequeño que sea, se elimina de forma inmediata en un solo día. Se necesitan de dos a doce sesiones para borrar de forma eficaz el dibujo. Esto dependerá de distintos factores, como la calidad de la tinta, el color, la zona corporal en la que tengas el tatuaje, lo antiguo que este sea o quién te lo haya realizado. Vamos a ver estos factores, los más importantes para eliminar tatuajes:

  • Color del tatuaje: los colores oscuros (como el azul, el negro o el gris) se eliminan de forma muy rápida y sencilla. También el rojo responde muy bien al láser. Por el contrario, tonos blancos, amarillos, verdes o azules claros son los más difíciles de suprimir, pues llevan cantidades más o menos altas de zinc o de óxido de titanio.
  • Quién lo realizó: un tatuador profesional y experimentado efectúa sus tatuajes con una distribución homogénea y profunda de la tinta en la piel. Además, la calidad de la tinta suele ser mayor. Por ello son los más complejos de borrar. En cambio, alguien con poca experiencia emplea menos cantidad de pigmento y, por otro lado, utiliza tintas más inestables que aplica en capas menos profundas de la piel. Estos factores provocan que el tatuaje se elimine más rápido.
  • Zona del cuerpo: hay zonas de nuestro cuerpo con la piel muy fina: cuello, escote, muñeca, cabeza… Aquí el número de sesiones tiene que ser menor, pues suele ser más doloroso que en otras localizaciones, como, por ejemplo, el pecho o la espalda. Estas dos áreas, además, presentan una mejor cicatrización gracias a su cercanía al corazón (la circulación sanguínea es mejor). Brazos, piernas o espalda suelen requerir más sesiones de láser, ya que la tinta penetra con mayor profundidad.
  • Tono de la piel: las pieles claras responden de forma más eficaz al láser. Los resultados suelen notarse con un menor número de sesiones que en las tonalidades más oscuras.

Procedimiento de eliminación

Para el borrado del tatuaje, utilizamos un láser con tiempos de disparo de picosegundos o nanosegundos. O lo que es lo mismo: billonésimas o milmillonésimas de segundo. Lo que hace es descomponer los pigmentos en micropartículas que serán absorbidas por el propio organismo. Posteriormente, a través del drenaje linfático, tu cuerpo las eliminará.

Apenas dos sesiones nos permiten eliminar de manera perceptible casi todo el tatuaje. Tras cada cita, te aplicaremos una pomada de tipo antibiótica y te cubriremos la zona tratada. Deberás realizarte curas diarias para que la cicatrización no presente problemas o se te queden cicatrices o manchas.

Dada la potencia del láser sobre la piel, es conveniente esperar de seis a ocho semanas entre una sesión y otra para que la herida cierre correctamente y no se resienta más de lo necesario.

Este tratamiento puede durar de unos pocos meses a años, todo dependerá de tu tipo de tatuaje. En cuanto al precio, calcula que una sesión cuesta entre 200 y 400 euros, aunque en nomastattoo el precio de una sesión es algo más de 20€.

Cómo debes cuidarlo

Es importante tu compromiso a la hora de ejecutar el procedimiento con total seguridad y eficacia. Tras la sesión, lo normal es que tu piel quede irritada, hinchada e incluso enrojecida. Puedes tener sensación de escozor, pero desaparecerá por completo en apenas unas horas.

Cuando llegues a casa, te recomendamos:

  1. Realiza las curas diarias con las indicaciones que te daremos en el centro.
  2. Aplícate la pomada de tratamiento cada ocho horas durante el plazo que te indique el especialista.
  3. Utiliza una crema regenerante dos veces al día hasta que la cicatrización vaya mejorando.
  4. Aplícate algo de frío solo si sientes molestias.
  5. No te rasques o frotes la zona.
  6. Usa jabón con pH neutro sin frotar con esponjas. La toalla con la que te seques ha de estar limpia. No te rasques con ella, mejor sécate a base de pequeños toques en la zona.
  7. Protégete la piel durante los tres meses posteriores. Evita en lo posible que incida la luz directa del sol. Pensando en esta característica, nosotros te aconsejamos empezar el tratamiento en invierno. Si no es posible, bastaría con que la tapases con un a pósito y crema solar.

Quitarse un tatuaje es una decisión casi tan meditada como hacérselo. Si es algo que tienes pendiente desde hace un tiempo, no te lo pienses y da el paso. Con nosotros se acabó la manida frase de «los tatuajes son para toda la vida».

Tatuajes eliminados con láser